De la primera hoja
veo que se asoman las
brisas…
Ya al sol
las flores en duetos forman.
Sueños de un campo. A las tardes
Y baila el río,
fresco y alegre,
y las hojas susurran,
mientras las flores
se visten de oro.
Otro día nos trae
la esperanza de un nuevo canto.
Las aves cantan,
el cielo se siente
como un jardín eterno
allá en el horizonte
que abrazan las nubes
con dulzuras del sol.
Como el río
Me dejo llevar
por su brío espumante
y el verde de las hojas
inundando el camino.
Así, dejemos fluir
las sombras
que abrazan el silencio
y susurran secretos
que sólo el viento
podría narrar.
Sonata de hojas en el viento
Cuando la tarde
y el ocaso se encuentran
las hojas parecen danzar
una mezcla de sombra y luz.
Y en toda su gloria
la naturaleza
se cansa de abrazarnos,
se pliega en la tierra
y se sabe inmortal
bajo el manto de estrellas
que despiertan en el cielo.
Un refugio entre las olas
Las olas cantan sus historias,
las piedras son sus testigos,
mar y tierra siempre hablan
hacia el infinito
donde los corazones soñadores
se encuentran en sus secretos
y las aves se dibujan
con torpeza
en el mar,
siempre querido,
ya en la penumbra
donde se duermen las sombras.
Reflejos de lo eterno
En el bosque profundo,
en el corazón de la tierra,
la vida emerge,
temporada tras temporada,
con ojos que brillan
en cada refugio,
con susurros de amor
y suspiros de deseo
donde la brisa
y el eco
se entrelazan desafío.
Elegía de la tierra
¿No es bello pensar?
la tierra que nos acoge,
las flores que crecen sin temor
y que sus fragancias nos atrapan,
como una canción olvidada
que resuena en nuestra memoria,
y en ella hallamos consuelo
mientras dejamos huellas
y el tiempo se disuelve
bajo el abrazo de un día dorado
que se zambulle en la tierra,
y nos habla,
donde los ríos nunca dejan
de contar su historia
como página tras página
que nunca termina.
Bajo el cielo estrellado
Las estrellas relucen
como sueños desbordantes,
el silencio también canta,
como un vals entre montañas.
Y me aferro a cada brisa,
me dejo guiar
por susurros etéreos
y destellos lejanos,
k mientras el rocío
espejadas en la hierba
y la luna reposa
en calma, un faro en la noche.
Sombra de la noche
Me lleva el susurro del bosque
com posándose suave,
entre sombras dibujadas
y luces de encantos intactos.
Cuando el silencio es profundo,
y la noche estalla
con su brillo plateado,
y cada hoja
es un eco que llega
a mis adentros.
Las huellas del camino
Las huellas del camino
guían mi rumbo,
y en cada paso
el canto de la tierra
se oye,
como una verdad ancestral
que despierta en todos
y que nos ofrece su calor.
Cada hoja se vuelve historia,
la naturaleza
sere dulce y pleno que acoge
nuestros sueños,
y me deja aquí,
perplejo y encantado,
bajo este cielo eterno.
- Juan Eugenio Hartzenbusch